Hoy venimos a hablar de un fenómeno que ha pasado bastante desapercibido, la corrupción dentro de las ITVs, y que, por desgracia, ocurre más frecuentemente de lo imaginado. Somos muchos los que nos preocupamos antes de nuestra cita de tener todos los papeles requeridos en orden y en ocasiones hasta cruzamos los dedos para que nuestro vehículo sea apto. Estos nervios no son para todos, ya que algunas personas han podido pasar la ITV de forma fraudulenta sin sus vehículos estar preparados para rodar, ocasionando un peligro tanto para ellos como para los que compartimos carretera con ellos.
Gracias a la Guardia Civil hemos podido conocer estos hechos, después de arduas investigaciones que arrojaron algo de luz a lo que realmente estaba ocurriendo y para sorpresa del cuerpo nacional, esta trama de corrupción también implicaba a otras empresas externas. No solo hacían la vista gorda ante vehículos con deficiencias técnicas, sino que se atrevieron a más, favoreciendo reformas no homologadas o no permitidas. El procedimiento a priori parecía sencillo, consistía simplemente en que el propietario o titular del vehículo se ponía en contacto con la empresa mediadora y tras acordar un precio que contentara a ambas partes derivaban el vehículo a la ITV fraudulenta.
Lo que comenzó con un simple chivatazo ha destapado todo un entramado ilícito en el que a los detenidos se les acusa entre otros delitos de organización criminal, falsedad documental o corrupción entre particulares. Por suerte tanto para conductores como para peatones los vehículos infractores tendrán que volver a las instalaciones para llevar a cabo una evaluación extraordinaria.
La Guardia Civil bautizó esta trama como «PANTIV II» y por ahora llevan más de doce personas detenidas y 51 vehículos implicados, lo que parecía algo sencillo acabó con la Comunidad de Madrid solicitando la colaboración a la Subdirección General de Industria e Inspección. Y lo más sorprendente es que la investigación aún no está terminada por lo que se auguran un mayor número de posibles detenciones futuras.
La corrupción en este ámbito se ha dado en varias comunidades y no solo en Madrid, incluso se escucharon nombres implicados como el de Eduardo Zaplana u Oriol Pujol los cuales intentaron sacar tajada de este tipo de negocio. Los delincuentes han visto en las ITV a la gallina de los huevos de oro, ya que son empresas que facturan unos 700 millones al año siendo además obligatorias por ley y como todo negocio privado auspiciado por lo público se ha convertido en el punto de mira.
Ya en 2018 Yvonne Rauh (directora general de DEKRA, líder de las ITV en Alemania) narraba su imposibilidad para entrar en el mercado español denunciando que existía un poderoso lobby que no permitía la competencia. Las diferencias entre España y Alemania en ese aspecto son abrumadoras, mientras que en Alemania cuentan con unos 40.000 centros para pasar la inspección en España tan solo contábamos con 445 en 2015. Al tener menos competencia se podría afirmar que son ellos mismos los que regulan su propio mercado. Pero esto no se queda ahí, en España la gestión de las ITV es propia de cada comunidad, por lo que la gestión es bastante diferente en cada punto español. Por poner un ejemplo, en Asturias es el Gobierno del Principado el que gestiona directamente mediante la empresa pública Itvasa, que cuenta con nueve estaciones. Parecido a lo que ocurre en Andalucía con la empresa Veiasa. Sin embargo, en puntos como la Comunidad Valenciana, La Comunidad de Madrid o Castilla-La Mancha la implantación de las ITV es libre, dando como resultado en Madrid la competencia en los precios e incluso la quiebra de algunas estaciones por no obtener una rentabilidad.
El gobierno ya trabaja para solucionar todo este desastre y para ello publicó en el BOE el Real Decreto 920/2017, de 23 de octubre, por el que se regula la inspección técnica de vehículos.
La finalidad de una ITV es comprobar que el estado general del vehículo y los elementos de seguridad sean los adecuados y estén en condiciones para circular por la vía, por lo que estas prácticas han supuesto un gran riesgo para todos nosotros. Según los últimos datos las ITV contribuyen a la seguridad vial evitando al año unos 11.000 accidentes de tráfico, con al menos 170 víctimas mortales y 11.000 heridos. De ahí la gran importancia de ensalzar el civismo y el respeto vial.