MUSEUM HARLEY-DAVIDSON

Museo Harley Davidson, La Meca de los moteros 

¿Te suena Milwaukee? Seguro que sí. La cuna de la Harley. Como no podía ser de otra forma, esta ciudad tiene el privilegio de albergar desde su inauguración en 2008 el Harley Davidson Museum. Fue allí, en un humilde cobertizo de Milwaukee (Wisconsin), donde los ingeniosos primos Bill Harley y Arthur Davidson diseñaron y construyeron a mano su primera motocicleta en 1903, poniendo los cimientos de una de las marcas más icónicas de EEUU. 
El museo es un lugar de culto para ‘riders’ y fans de las Harley Davidson. Alberga una exposición permanente de 450 modelos de motocicletas que ilustran la evolución de la firma durante sus más de 115 años de historia. Una gran colección repleta de nostalgia que incluye ejemplares tan atractivos como la Serial Number One, la primera bicicleta con motor más antigua conocida, cuyo carburador fue fabricado por aquellos ocurrentes primos utilizando como base… ¡una lata de tomate! También podemos maravillarnos con el modelo Cruiser, representado por la FX12200 Super Glide; el primer motor Shovelhead que reemplazó al antiguo Panhead en la Electra Glide en 1965, cuyo diseño se mantiene en la actualidad; o la KH modelo 1956, que Elvis Presley compró días antes de su éxito con 'Heartbreak Hotel'. 
Hay quien dice que ‘El Rey’, gracias a sus contactos, cerraba tramos de carretera en Graceland para celebrar arrancones con sus colegas, lo que contribuyó a que a la marca se la relacionara con la juventud y, sobre todo, con la rebeldía. 
Pero este atípico museo no sólo es un viaje en el tiempo para fanáticos de las dos ruedas, sino que nos da una visión general de la historia de EEUU a través de la mirada de una de sus marcas más representativas, siempre ligada a la libertad, el orgullo y a la camaradería. Es un museo con carácter interactivo, que incluye también exposiciones temporales y exhibiciones al aire libre, así como accesorios, fotografías, documentos, cartelería y otros elementos claves para entender toda la valiosa contribución de Harley Davidson a la historia de EEUU y a la cultura norteamericana.
Historia viva de EEUU
Las motos llevan sirviendo a las personas desde hace más de 100 años. Comenzaron, por un lado, como medio de transporte de correspondencia y paquetería. Por otro, se usaron para el traslado de las tropas durante la guerra. En 1916, las Harley estuvieron presentes en la expedición estadounidense contra los rebeldes mexicanos de Pancho Villa, y en 1918 Harley Davidson tuvo su protagonismo en la I Guerra Mundial en Europa, convirtiéndose en proveedor oficial del ejército norteamericano.
Después del Crack del 29 y con la finalización de la II Guerra Mundial, el diseño militar dejó paso a un diseño más urbanita y la firma comenzó su giro hacia la competición, organizando su primera carrera, la Hollister (California), para celebrar el Día de la Independencia. Una fiesta en la que, por cierto, los medios de comunicación hicieron flaco favor a la imagen de los motoristas que participaron.
Atravesando las galerías de este apasionante museo del motociclismo, además, experimentamos algunos triunfos y retos de HD en los últimos años, desde el lanzamiento de la innovadora Sporster en 1957, coincidiendo con la incursión de las Harley en el cine, en especial con la mítica “Salvaje”, con Marlon Brando; hasta la entrada de la American Machinery and Foundry en la compañía, en 1969, cuando estuvo a punto de la quiebra.
También el diseño y la ingeniería tienen su sitio privilegiado en la exposición, con una sala de máquinas en la que quedarás especialmente fascinado con el despiece total de una Harley, además de los curiosos objetos testimoniales, como unas notas manuscritas de los años 40 o el asombroso prototipo original en arcilla de la V-Rod de 2002.
Y para que nadie se quede con el pellizco de poder disfrutar de una Harley, el museo también ofrece experiencias sensoriales. ¡Nos permite incluso sentirnos jinetes por un día a lomos de una auténtica Harley!
Emblemáticas motocicletas customizadas
Otro de las zonas más atrayentes es la zona custom, con la King Kong como pieza emblemática, con dos motores, de casi 4 metros de longitud, y personalizada por Felix Predko. Destacan también las fantásticas réplicas utilizadas por Peter Fonda y Dennis Hopper para su mítica Easy Rider, de 1969, o la clásica OHV V-Twin del Capitán América. Ya se personalizaban las motos a principios de siglo, pero fue en la segunda posguerra cuando arrancó el movimiento de customización que perdura hasta hoy día.
Las anécdotas flotan en los 81.000 m3 del campus, construido en un área industrial reconvertida en zona verde y cuya inversión inicial ascendió a 75 millones de dólares. Las obras del complejo se abrieron con una particular ceremonia, en la que tuvo su participación estelar el legendario piloto Scott Parker, quien se marcó un ‘burnout’ con una HD XL 883R Sportster, en lugar de usar una pala dorada como se acostumbra.
Pero si hay una historia que llama la atención sobremanera en la exposición es la de la moto del japonés Ikwo Yokoyama, que navegó a la deriva durante más de un año, después del tsunami que asoló el norte de Japón en 2011. Su Harley Davidson FXSTB Softail Night Train de 2004, apareció en la costa oeste de Canadá dentro de su remolque, arrastrada por las corrientes del Pacífico, y… ¡con su matrícula japonesa intacta!  
Tanto si eres aficionado a las Harley como si no, si pasas cerca de Wisconsin, no puedes irte sin disfrutar de las curiosidades de este fascinante museo. ¿Te animas a ser una de las 300.000 personas que lo visiten este año?

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MUSEUM HARLEY-DAVIDSON

Museo Harley Davidson, La Meca de los moteros 

¿Te suena Milwaukee? Seguro que sí. La cuna de la Harley. Como no podía ser de otra forma, esta ciudad tiene el privilegio de albergar desde su inauguración en 2008 el Harley Davidson Museum. Fue allí, en un humilde cobertizo de Milwaukee (Wisconsin), donde los ingeniosos primos Bill Harley y Arthur Davidson diseñaron y construyeron a mano su primera motocicleta en 1903, poniendo los cimientos de una de las marcas más icónicas de EEUU. 
El museo es un lugar de culto para ‘riders’ y fans de las Harley Davidson. Alberga una exposición permanente de 450 modelos de motocicletas que ilustran la evolución de la firma durante sus más de 115 años de historia. Una gran colección repleta de nostalgia que incluye ejemplares tan atractivos como la Serial Number One, la primera bicicleta con motor más antigua conocida, cuyo carburador fue fabricado por aquellos ocurrentes primos utilizando como base… ¡una lata de tomate! También podemos maravillarnos con el modelo Cruiser, representado por la FX12200 Super Glide; el primer motor Shovelhead que reemplazó al antiguo Panhead en la Electra Glide en 1965, cuyo diseño se mantiene en la actualidad; o la KH modelo 1956, que Elvis Presley compró días antes de su éxito con 'Heartbreak Hotel'. 
Hay quien dice que ‘El Rey’, gracias a sus contactos, cerraba tramos de carretera en Graceland para celebrar arrancones con sus colegas, lo que contribuyó a que a la marca se la relacionara con la juventud y, sobre todo, con la rebeldía. 
Pero este atípico museo no sólo es un viaje en el tiempo para fanáticos de las dos ruedas, sino que nos da una visión general de la historia de EEUU a través de la mirada de una de sus marcas más representativas, siempre ligada a la libertad, el orgullo y a la camaradería. Es un museo con carácter interactivo, que incluye también exposiciones temporales y exhibiciones al aire libre, así como accesorios, fotografías, documentos, cartelería y otros elementos claves para entender toda la valiosa contribución de Harley Davidson a la historia de EEUU y a la cultura norteamericana.
Historia viva de EEUU
Las motos llevan sirviendo a las personas desde hace más de 100 años. Comenzaron, por un lado, como medio de transporte de correspondencia y paquetería. Por otro, se usaron para el traslado de las tropas durante la guerra. En 1916, las Harley estuvieron presentes en la expedición estadounidense contra los rebeldes mexicanos de Pancho Villa, y en 1918 Harley Davidson tuvo su protagonismo en la I Guerra Mundial en Europa, convirtiéndose en proveedor oficial del ejército norteamericano.
Después del Crack del 29 y con la finalización de la II Guerra Mundial, el diseño militar dejó paso a un diseño más urbanita y la firma comenzó su giro hacia la competición, organizando su primera carrera, la Hollister (California), para celebrar el Día de la Independencia. Una fiesta en la que, por cierto, los medios de comunicación hicieron flaco favor a la imagen de los motoristas que participaron.
Atravesando las galerías de este apasionante museo del motociclismo, además, experimentamos algunos triunfos y retos de HD en los últimos años, desde el lanzamiento de la innovadora Sporster en 1957, coincidiendo con la incursión de las Harley en el cine, en especial con la mítica “Salvaje”, con Marlon Brando; hasta la entrada de la American Machinery and Foundry en la compañía, en 1969, cuando estuvo a punto de la quiebra.
También el diseño y la ingeniería tienen su sitio privilegiado en la exposición, con una sala de máquinas en la que quedarás especialmente fascinado con el despiece total de una Harley, además de los curiosos objetos testimoniales, como unas notas manuscritas de los años 40 o el asombroso prototipo original en arcilla de la V-Rod de 2002.
Y para que nadie se quede con el pellizco de poder disfrutar de una Harley, el museo también ofrece experiencias sensoriales. ¡Nos permite incluso sentirnos jinetes por un día a lomos de una auténtica Harley!
Emblemáticas motocicletas customizadas
Otro de las zonas más atrayentes es la zona custom, con la King Kong como pieza emblemática, con dos motores, de casi 4 metros de longitud, y personalizada por Felix Predko. Destacan también las fantásticas réplicas utilizadas por Peter Fonda y Dennis Hopper para su mítica Easy Rider, de 1969, o la clásica OHV V-Twin del Capitán América. Ya se personalizaban las motos a principios de siglo, pero fue en la segunda posguerra cuando arrancó el movimiento de customización que perdura hasta hoy día.
Las anécdotas flotan en los 81.000 m3 del campus, construido en un área industrial reconvertida en zona verde y cuya inversión inicial ascendió a 75 millones de dólares. Las obras del complejo se abrieron con una particular ceremonia, en la que tuvo su participación estelar el legendario piloto Scott Parker, quien se marcó un ‘burnout’ con una HD XL 883R Sportster, en lugar de usar una pala dorada como se acostumbra.
Pero si hay una historia que llama la atención sobremanera en la exposición es la de la moto del japonés Ikwo Yokoyama, que navegó a la deriva durante más de un año, después del tsunami que asoló el norte de Japón en 2011. Su Harley Davidson FXSTB Softail Night Train de 2004, apareció en la costa oeste de Canadá dentro de su remolque, arrastrada por las corrientes del Pacífico, y… ¡con su matrícula japonesa intacta!  
Tanto si eres aficionado a las Harley como si no, si pasas cerca de Wisconsin, no puedes irte sin disfrutar de las curiosidades de este fascinante museo. ¿Te animas a ser una de las 300.000 personas que lo visiten este año?

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