Moto Guzzi ha aprovechado su participación en la última edición del exclusivo Salón de Milán EICMA para presentar su renovada Moto Guzzi V7III Racer 2020, puro glamour para los amantes del motociclismo clásico.
Los talentosos ingenieros de la legendaria firma de Mandello del Lario continúan confiando en su motor V-twin de 90º dispuesto de forma transversal, pero han trabajado en la mejora de cada detalle de su nueva racer de estética vintage, sin alterar la originalidad de la primera versión, por eso el resultado es tan auténtico que promete satisfacer a todos sus seguidores.
En nuestro post de hoy descubrimos cuáles son los puntos en los que se ha basado la fábrica italiana para llegar a ofrecernos una renovada V7III racer, sin perder ni un ápice de su imagen romántica y elegante.
Cuando hablamos de la Moto Guzzi V7III Racer hablamos del modelo más deportivo, pero también del más refinado de la gama V7, nacida ya hace más de 50 años. Son varias las diferencias, tanto en técnica como en diseño, que hacen del último modelo Racer una motocicleta fuera de serie.
En cuanto a la estética, esta joya neoclásica conserva sus líneas tradicionales, pero apuesta esta vez por un brillante depósito de gasolina clásico de 21 litros totalmente cromado, recordando a la versión original de 2010, al tiempo que recupera las placas laterales en elipse con el número 7, enmarcado por una filo con la bandera ‘tricolore’. Detalles con los que la Guzzi rememora sus 14 títulos mundiales GP, 22 récords mundiales o sus once triunfos en el ‘Tourist Trophy’ de la Isla de Man antes de dejar de competir en 1957.
Pero lo más destacado de la imagen de la Moto Guzzi V7III Racer 10 Aniversario es sin, duda, el nuevo carenado frontal con una vistosa cúpula con visera, decorado con el gráfico de una franja vertical ancha en rojo y lettering del décimo aniversario, en consonancia con el colín. Y por supuesto, en el centro, el nuevo faro equipado con tecnología LED, al igual que los indicadores de giro y la luz trasera.
También para el robusto chasis de doble cuna tubular de la moto, se mantiene la espectacular pintura ‘Rosso Corsa’, una característica inspirada en la primera versión Sport de la gama, fabricada en 1971 y conocidas popularmente como ‘chasis rojo’.
En su inconfundible silueta, destacan como novedad sendos espejos retrovisores de barra o ‘bar end’, mientras que en la parte trasera resalta un guardabarros más delgado y elegante, mucho más en sintonía con la refinada estética deportiva del resto de la moto.
Remarcando su aspecto ‘sport’ y a juego con la correa de cuero negro del tanque de combustible, el acabado en negro con costuras rojas de su asiento monoplaza con joroba desmontable, homologado para albergar a un pasajero.
Pese a contar con semimanillares y los estribos retrasados, como el anterior modelo, la posición de conducción no es demasiado radical, se diría incluso que no es incómoda para ser una café racer, dado que se siente ligera y no requiere de esfuerzos para manejarla.
Otros distintivos que hacen de la nueva Guzzi V7III Racer una moto sin par son los detalles en aluminio negro anodizado elaborados de forma artesanal, las estriberas ajustables, el eje aligerado de la dirección así como la protección de la placa.
La nueva versión mantiene su parte ciclo de máxima calidad, con un motor bicilíndrico de 744 cc, así como los amortiguadores duales Öhlins totalmente ajustables, que aseguran una mayor efectividad en el comportamiento en carretera.
Al igual que su hermana Stone S, que también tuvo su puesta de largo en el EICMA 2019, la Racer viste sus llantas de radios, de 18 y 17’’, con neumáticos Dunlop Arrowmax Streetsmart de rendimiento superior.
El precio de esta racer de tintes retros, que seguirá siendo limitada y numerada, todavía no ha salido a la luz, aunque podemos hacernos una idea de por dónde irán los tiros, considerando que el modelo actual es el más caro de las V7III: 12.119€.
A continuación, te dejamos un magnífico vídeo de Fuel Bros Bikes que te ilustrará el significado que la Guzzi V7III Racer tiene para los amantes de las dos ruedas. Vaya desde aquí nuestro especial agradecimiento a su autor, Miki Bautista.
