LOS LÍMITES DE VELOCIDAD PARA RADARES



LOS LÍMITES DE VELOCIDAD PARA RADARES
Si existen límites de velocidad es por algo, ahorra muchas víctimas, aunque para muchos conductores encontrarse con un radar es un fastidio. Cosa que, por otra parte, no debería, si se cumple la normativa vigente que no solo nos protege a nosotros, sino también al resto de usuarios de carretera.

Si se excede el límite de velocidad nos caerá una multa económica que oscila entre los 100 y 600 euros. En casos más graves puede incluso tener pena de cárcel como delito de la seguridad vial. La DGT va a la caza de las infracciones más comunes y temerarias, no solo a través de radares de muchos tipos sino también a través de helicópteros o drones. Que en muchas ocasiones también son testigos de otro tipo de infracciones, no solo de velocidad.

Para que estos dispositivos cumplan con la normativa y sean fiables, deben estar calibrados y regulados según la correspondiente orden ministerial. Además, para que sean lo más justos posible en sus mediciones, los radares aplican u cierto margen de error. Como consecuencia, aunque los límites de velocidad marquen una cifra fija, como 120 o 90 kilómetros por hora, el radar nunca saltará a esa velocidad exacta al aplicar el margen de error. Para saber a qué velocidad en concreto multa cada cinemómetro, es necesario calcular los diferentes márgenes bajo los que opera cada tipo de radar. Recientemente, este margen de error ha cambiado, siendo más reducido. Y especialmente en los radares fijos, ya sean de punto o de tramo. Es así en los de nueva homologación tras la entrada en vigor de la Orden ICT/155/2020 Lo que supone que cambian la conocida regla del siete por la regla del tres y que multan a una velocidad bastante más baja que antes.

Los nuevos márgenes máximos de error de los cinemómetros son: en los fijos y de tramo, de 3 km/h (límite de hasta 100 km/h) o del 3 % (límite superior a 100 km/h); en los móviles, de 5 km/h o del 5 %, en los mismos términos. En ciudad

Variación según tipo de radar:
Radares fijos (de punto y de tramo):
si están reglados a menos de 100 km/h o a 100 km/h, de 3 km/h; para velocidades mayores a 100 km/h, el margen ha de ser error ha de ser de un máximo de un 3 %.

Radares móviles: para velocidades de 100 km/h o menos, de 5 km/h; para velocidades superiores a 100 km/h, el margen de error es como máximo del 5 %.

 

LOS RADARES QUE MÁS MULTAN EN ESPAÑA

Durante el año 2022, los radares de la DGT formularon 3.704.675 denuncias por exceso de velocidad. Ello supone un incremento del 21,2% sobre las realizadas en el mismo periodo del año anterior (3.056.437), según revela un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores AUTOMOVILISTAS EUROPEOS ASOCIADOS (AEA), que atribuye este hecho a la activación de nuevos radares. El radar que más infracciones reportó se encuentra ubicado en el km. 74,7 de la A-381, a la salida del túnel de Valdeinfierno, en el término municipal de los Barrios (Cádiz), con un récord de 79.258 denuncias.

La DGT ha recaudado 507.361.888 euros el pasado 2022, 63 millones más que 2021. Lo sorprendente es que se haya incrementado cuando más dinero se ha destinado a la concienciación en seguridad vial. También AEA destaca en su estudio que sólo 50 radares, de los más de mil que dispone la DGT, formularon el 28 % del total de denuncias (1.036.054). De ellos, 33 ya aparecían en el ranking de cinemómetros más activos del año anterior. Los otros diecisiete se sitúan en nuevos emplazamientos.

Por comunidades, Andalucía está en la cima, con un total de 953.422 denuncias, lo que supone el 25,7 % global. Por otro lado, está la Comunidad Valenciana, con 447.470 denuncias del total (12 %), seguido de Castilla y León, con 427.448 multas (11,5 %). Los que menos, en La Rioja (39.757 multas), Navarra (83.231) y Asturias (89.993). El presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que “la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación”.

 

TIPOS DE RADARES DE VELOCIDAD

  1.      Radares fijos o cinemómetros sin operador: Un radar fijo, también llamado cinemómetro sin operador, es un dispositivo ubicado en una cabina, pórticos o postes y deben estar siempre señalizados, al igual que los de tramo.
  2.      Radares móviles o cinemómetros con operador: Este tipo de radar es operado por los agentes de tráfico. Suelen pasar bastante desapercibidos. No es obligatorio que estén señalizados. De este tipo de radar, cabe destacar el uso de los llamados Velolaser. Esta tecnología de última generación consiste en un aparato de pequeño tamaño (puede ser sujetado con una sola mano) y que destaca por su versatilidad, pues puede ser transportado fácilmente, incluso es posible instalarlo en un guardarraíl, y puede ser controlado a distancia vía Wifi por una patrulla situada en otro lugar cercano.
  3.      Radares de tramo: son más fiables que los fijos, porque hallan la velocidad media que hemos llevado desde el punto A hasta el punto B. Por tanto, es obligatorio durante ese recorrido mantener una velocidad media similar o inferior a la establecida.
  4.      “Foto-rojo”: Todos los radares 'foto-rojo' tienen una cámara de vigilancia para observar si los vehículos se detienen ante un semáforo en rojo y no se lo saltan. Estos dispositivos de vigilancia se colocan en un soporte fijo a unos 25 metros de la línea de detención.
  5.      Radares veloláser: Este tipo de radar fue de los últimos en aterrizar a la DGT. Su tamaño es tan compacto que hasta pueden llevarlos las motos de la Guardia Civil, no sólo los coches. Su principal característica es la tecnología láser que utiliza, por su pequeño tamaño y porque es inalámbrico (utiliza tecnología 4g). El resultado es que son tan difíciles de detectar estos radares que se conocen comúnmente como “radares invisibles”.
  6.      Helicoptero Pegasus: Los helicópteros de la DGT, popularmente conocidos como Pegasus por el nombre del radar que llevan a bordo anclado a uno de los patines laterales, son unas de las medidas estrella de la DGT para el control del tráfico.
    ¿Cómo calcula Pegasus la velocidad de los vehículos?
    - Un GPS calcula las coordenadas del posible vehículo infractor partiendo de la posición del helicóptero.
    - Un telémetro láser mide la distancia exacta entre el helicóptero y el vehículo.
    - Con las siguientes ubicaciones del coche se conoce la velocidad del posible infractor.
    - El sistema la mide cada tres segundos y calcula la media. Es capaz de detectar velocidades entre 80 y 360 km/h.
    - La infracción se queda grabada y se tramita por vía telemática al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA).
  7.      Radar de semáforo: Los semáforos con radar son aquellos que tienen como objetivo registrar las infracciones de los conductores que rebasan un semáforo cuando éste se encuentra ya en su fase roja. Una infracción grave que puede salir cara.
  8.      Radar en cascada: Es un tipo de radar que utiliza la DGT para acabar con los conductores que exceden la velocidad permitida después de pasar por un radar fijo tradicional. Sirve como posible medida ‘antifrenazo’ para aquellos que al ver un radar frenan para volver a subir la velocidad una vez pasado el control. ¿Cómo funcionan los radares en cascada? Son radares fijos o móviles que se colocan a continuación del primer radar fijo en un tramo determinado y a una distancia relativamente cercana.
  9.      Radar de cinturón:  Realmente no son radares, sino cámaras que detectan si los ocupantes de los vehículos utilizan el cinturón de seguridad. Son capaces de realizar hasta 50 fotografías por segundo. En España funcionan más de 200 cámaras de este tipo, que se ubican en pórticos y postes, el 60% de los cuales están en carreteras convencionales.

 

DIFERENCIAS ENTRE AVISADOR, DETECTORES E INHIBIDOR DE RADARES

Un inhibidor de radar tiene como misión bloquear un cinemómetro (tanto de ondas como láser) para que no pueda medir la velocidad a la que circula un coche. Su uso ya estaba considerado como muy grave antes de la reforma de la ley y se sanciona tanto por instalarlo en el coche como simplemente por llevarlo en el vehículo. Así lo indica el artículo 13.6 de la Ley de Tráfico:
“Se prohíbe instalar o llevar en los vehículos inhibidores de radares o cinemómetros o cualesquiera otros instrumentos encaminados a eludir o a interferir en el correcto funcionamiento de los sistemas de vigilancia del tráfico, así como emitir o hacer señales con dicha finalidad”.

Un detector de radar es básicamente un receptor de radio. Usando una antena extremadamente sensible, un detector de radar escanea sus alrededores en busca de frecuencias específicas. Cuando se detecta una frecuencia de radar que cumpla el algoritmo, el dispositivo alerta al conductor.

En cambio, los avisadores de radar son dispositivos que tiene bastante uso entre los usuarios. Se trata de un sistema que avisa a los conductores de la presencia de radares fijos, los que están señalizados por la DGT y cuya ubicación se puede obtener en la base de datos de tráfico. Al contrario que un inhibidor o un detector, sí es legal utilizarlo.






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LOS LÍMITES DE VELOCIDAD PARA RADARES

LOS LÍMITES DE VELOCIDAD PARA RADARES



LOS LÍMITES DE VELOCIDAD PARA RADARES
Si existen límites de velocidad es por algo, ahorra muchas víctimas, aunque para muchos conductores encontrarse con un radar es un fastidio. Cosa que, por otra parte, no debería, si se cumple la normativa vigente que no solo nos protege a nosotros, sino también al resto de usuarios de carretera.

Si se excede el límite de velocidad nos caerá una multa económica que oscila entre los 100 y 600 euros. En casos más graves puede incluso tener pena de cárcel como delito de la seguridad vial. La DGT va a la caza de las infracciones más comunes y temerarias, no solo a través de radares de muchos tipos sino también a través de helicópteros o drones. Que en muchas ocasiones también son testigos de otro tipo de infracciones, no solo de velocidad.

Para que estos dispositivos cumplan con la normativa y sean fiables, deben estar calibrados y regulados según la correspondiente orden ministerial. Además, para que sean lo más justos posible en sus mediciones, los radares aplican u cierto margen de error. Como consecuencia, aunque los límites de velocidad marquen una cifra fija, como 120 o 90 kilómetros por hora, el radar nunca saltará a esa velocidad exacta al aplicar el margen de error. Para saber a qué velocidad en concreto multa cada cinemómetro, es necesario calcular los diferentes márgenes bajo los que opera cada tipo de radar. Recientemente, este margen de error ha cambiado, siendo más reducido. Y especialmente en los radares fijos, ya sean de punto o de tramo. Es así en los de nueva homologación tras la entrada en vigor de la Orden ICT/155/2020 Lo que supone que cambian la conocida regla del siete por la regla del tres y que multan a una velocidad bastante más baja que antes.

Los nuevos márgenes máximos de error de los cinemómetros son: en los fijos y de tramo, de 3 km/h (límite de hasta 100 km/h) o del 3 % (límite superior a 100 km/h); en los móviles, de 5 km/h o del 5 %, en los mismos términos. En ciudad

Variación según tipo de radar:
Radares fijos (de punto y de tramo):
si están reglados a menos de 100 km/h o a 100 km/h, de 3 km/h; para velocidades mayores a 100 km/h, el margen ha de ser error ha de ser de un máximo de un 3 %.

Radares móviles: para velocidades de 100 km/h o menos, de 5 km/h; para velocidades superiores a 100 km/h, el margen de error es como máximo del 5 %.

 

LOS RADARES QUE MÁS MULTAN EN ESPAÑA

Durante el año 2022, los radares de la DGT formularon 3.704.675 denuncias por exceso de velocidad. Ello supone un incremento del 21,2% sobre las realizadas en el mismo periodo del año anterior (3.056.437), según revela un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores AUTOMOVILISTAS EUROPEOS ASOCIADOS (AEA), que atribuye este hecho a la activación de nuevos radares. El radar que más infracciones reportó se encuentra ubicado en el km. 74,7 de la A-381, a la salida del túnel de Valdeinfierno, en el término municipal de los Barrios (Cádiz), con un récord de 79.258 denuncias.

La DGT ha recaudado 507.361.888 euros el pasado 2022, 63 millones más que 2021. Lo sorprendente es que se haya incrementado cuando más dinero se ha destinado a la concienciación en seguridad vial. También AEA destaca en su estudio que sólo 50 radares, de los más de mil que dispone la DGT, formularon el 28 % del total de denuncias (1.036.054). De ellos, 33 ya aparecían en el ranking de cinemómetros más activos del año anterior. Los otros diecisiete se sitúan en nuevos emplazamientos.

Por comunidades, Andalucía está en la cima, con un total de 953.422 denuncias, lo que supone el 25,7 % global. Por otro lado, está la Comunidad Valenciana, con 447.470 denuncias del total (12 %), seguido de Castilla y León, con 427.448 multas (11,5 %). Los que menos, en La Rioja (39.757 multas), Navarra (83.231) y Asturias (89.993). El presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que “la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación”.

 

TIPOS DE RADARES DE VELOCIDAD

  1.      Radares fijos o cinemómetros sin operador: Un radar fijo, también llamado cinemómetro sin operador, es un dispositivo ubicado en una cabina, pórticos o postes y deben estar siempre señalizados, al igual que los de tramo.
  2.      Radares móviles o cinemómetros con operador: Este tipo de radar es operado por los agentes de tráfico. Suelen pasar bastante desapercibidos. No es obligatorio que estén señalizados. De este tipo de radar, cabe destacar el uso de los llamados Velolaser. Esta tecnología de última generación consiste en un aparato de pequeño tamaño (puede ser sujetado con una sola mano) y que destaca por su versatilidad, pues puede ser transportado fácilmente, incluso es posible instalarlo en un guardarraíl, y puede ser controlado a distancia vía Wifi por una patrulla situada en otro lugar cercano.
  3.      Radares de tramo: son más fiables que los fijos, porque hallan la velocidad media que hemos llevado desde el punto A hasta el punto B. Por tanto, es obligatorio durante ese recorrido mantener una velocidad media similar o inferior a la establecida.
  4.      “Foto-rojo”: Todos los radares 'foto-rojo' tienen una cámara de vigilancia para observar si los vehículos se detienen ante un semáforo en rojo y no se lo saltan. Estos dispositivos de vigilancia se colocan en un soporte fijo a unos 25 metros de la línea de detención.
  5.      Radares veloláser: Este tipo de radar fue de los últimos en aterrizar a la DGT. Su tamaño es tan compacto que hasta pueden llevarlos las motos de la Guardia Civil, no sólo los coches. Su principal característica es la tecnología láser que utiliza, por su pequeño tamaño y porque es inalámbrico (utiliza tecnología 4g). El resultado es que son tan difíciles de detectar estos radares que se conocen comúnmente como “radares invisibles”.
  6.      Helicoptero Pegasus: Los helicópteros de la DGT, popularmente conocidos como Pegasus por el nombre del radar que llevan a bordo anclado a uno de los patines laterales, son unas de las medidas estrella de la DGT para el control del tráfico.
    ¿Cómo calcula Pegasus la velocidad de los vehículos?
    - Un GPS calcula las coordenadas del posible vehículo infractor partiendo de la posición del helicóptero.
    - Un telémetro láser mide la distancia exacta entre el helicóptero y el vehículo.
    - Con las siguientes ubicaciones del coche se conoce la velocidad del posible infractor.
    - El sistema la mide cada tres segundos y calcula la media. Es capaz de detectar velocidades entre 80 y 360 km/h.
    - La infracción se queda grabada y se tramita por vía telemática al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (ESTRADA).
  7.      Radar de semáforo: Los semáforos con radar son aquellos que tienen como objetivo registrar las infracciones de los conductores que rebasan un semáforo cuando éste se encuentra ya en su fase roja. Una infracción grave que puede salir cara.
  8.      Radar en cascada: Es un tipo de radar que utiliza la DGT para acabar con los conductores que exceden la velocidad permitida después de pasar por un radar fijo tradicional. Sirve como posible medida ‘antifrenazo’ para aquellos que al ver un radar frenan para volver a subir la velocidad una vez pasado el control. ¿Cómo funcionan los radares en cascada? Son radares fijos o móviles que se colocan a continuación del primer radar fijo en un tramo determinado y a una distancia relativamente cercana.
  9.      Radar de cinturón:  Realmente no son radares, sino cámaras que detectan si los ocupantes de los vehículos utilizan el cinturón de seguridad. Son capaces de realizar hasta 50 fotografías por segundo. En España funcionan más de 200 cámaras de este tipo, que se ubican en pórticos y postes, el 60% de los cuales están en carreteras convencionales.

 

DIFERENCIAS ENTRE AVISADOR, DETECTORES E INHIBIDOR DE RADARES

Un inhibidor de radar tiene como misión bloquear un cinemómetro (tanto de ondas como láser) para que no pueda medir la velocidad a la que circula un coche. Su uso ya estaba considerado como muy grave antes de la reforma de la ley y se sanciona tanto por instalarlo en el coche como simplemente por llevarlo en el vehículo. Así lo indica el artículo 13.6 de la Ley de Tráfico:
“Se prohíbe instalar o llevar en los vehículos inhibidores de radares o cinemómetros o cualesquiera otros instrumentos encaminados a eludir o a interferir en el correcto funcionamiento de los sistemas de vigilancia del tráfico, así como emitir o hacer señales con dicha finalidad”.

Un detector de radar es básicamente un receptor de radio. Usando una antena extremadamente sensible, un detector de radar escanea sus alrededores en busca de frecuencias específicas. Cuando se detecta una frecuencia de radar que cumpla el algoritmo, el dispositivo alerta al conductor.

En cambio, los avisadores de radar son dispositivos que tiene bastante uso entre los usuarios. Se trata de un sistema que avisa a los conductores de la presencia de radares fijos, los que están señalizados por la DGT y cuya ubicación se puede obtener en la base de datos de tráfico. Al contrario que un inhibidor o un detector, sí es legal utilizarlo.






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