Si a alguien se le pasó por la cabeza que su sonado divorcio con la también actriz Angelina Jolie afectaría a su valioso patrimonio motero erró de lleno, ya que el actor norteamericano se aseguró antes de blindarlo firmando un acuerdo prenupcial por el que ambos se quedarían con sus bienes personales anteriores al matrimonio.
Todas sus alucinantes joyas siguen, pues, en manos del actor de ‘Troya’, cuya pasión por las dos ruedas lo llevó a hacerse con más de una veintena de ejemplares de diversos estilos.
Entre sus motos más valiosas, Pitt cuenta con modelos de incalculable valor histórico como la BMW con sidecar de la Segunda Guerra Mundial, por la que hizo una inversión de 385.000 dólares. La BMW fabricó millares de unidades de la R75 con sidecar con fines militares, de las que sólo quedan unas 500 en todo el mundo.
Se trata, ni más ni menos, que de la primera motocicleta fabricada en titanio, ideada como instrumento de reconocimiento y exploración del ejército alemán, y se mantiene en un estado de conservación increíble. De hecho, alguna vez se le ha visto pasear con alguno de sus hijos montado en el sidecar, quienes seguro heredarán su afición por las motos.
Otro de sus ejemplares más destacados por su exclusividad es la portentosa Ecosse FE Ti XX, una tremenda ‘naked’ con motor de 2.409 cc y 250 CV, cuya falta de carenado aerodinámico no hace sino incrementar la sensación de velocidad a bordo.
Sólo se han fabricado 13 unidades de este impresionante modelo de titanio y aluminio, combinado con fibra de carbono, que cuenta con un sinfín de detalles refinados, como el escape cerámico o su asiento de piel de la casa Berluti. Y como cabía esperar, con un precio nada asequible: 300.000 dólares.
Una de las motos favoritas del actor y que, como no podía ser de otra manera, levanta las envidias de los amantes de las dos ruedas es la BMW R1150GS, de bóxer bicilíndrico de 1.130 cc y 4 tiempos, que Roland Sands le preparó en exclusiva al actor.
Y cómo obviar la deportiva MV Augusta Brutale, cuyos 910 cc y su potencia máxima de 133 CV te aseguran vivir las emociones más fuertes, o la icónica Triumph Trophy TRG que Steve Mcqueen cabalgó en la cinta ‘La Gran Evasión’.
En el impresionante garaje de Pitt también brillan los modelos Desmosedici RR, 1100S y Monster 696 de la casa Ducati, de la que es amante confeso, al igual que de la archiconocida Harley-Davidson.
Su flota de Harleys customizadas, incluyendo algún ejemplar de la ‘old school’, también es realmente impresionante, casi todas ellas con el sello del admirado Roland Sands. Y también cuenta en su poder con una Indian Larry Legacy, un modelo custom de la vieja escuela, con cuidados detalles elaborados a mano.
Pero la cosa no queda ahí. Pitt también apuesta por las motos de edición limitada, como las Hellcat, y las de diseño, personalizadas totalmente a su gusto: las Zero Engineering, de estética rompedora y minimalista, elaboradas por manos exquisitas. En resumidas cuentas, una espectacular y variopinta colección de motos capaz de ponernos a todos los dientes largos. Eso sí, todo a golpe de talonario…