En la primera época del motociclismo, hacia fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando entonces las motos no eran más que bicicletas con motor, éstas se usaban únicamente como transporte sin motivo de recreo. La diferencia de precio entre un coche y una moto era muy sustancial siendo una Harley de un precio estimado e 350$ y un coche Ford de 800$. Con el tiempo los coches sacaron modelos más económicos siendo más accesibles y dejaron las motos como un artículo de lujo y ocio.
Aunque desde sus comienzos las motos eran más conducidas por hombres hubo algunas mujeres que fueron las pioneras de las mujeres moteras como fueron: Adeline Van Buren, Theresa Wallach y Bessie Stringfield, que dejaron su huella en el mundo motero. Las hermanas Van Buren fueron de las primeras en realizar un viaje de costa a costa con una Indian Power Plus en 1916. En aquella época, ver mujeres circulando en moto era una ofensa social por lo que es difícil imaginar lo qué supuso ver a las hermanas Van Buren, Augusta y Adeline, embarcadas sobre dos ruedas un viaje de casi 9.000 kilómetros en los que cruzarían Estados Unidos de costa a cosa.
Debemos añadir que también fueron las primeras mujeres en conducir vehículos motorizados hasta la cumbre de Pikes Peak. Entre 1930 y 1940, Theresa Wallach de Inglaterra consiguió el éxito con por las carreras y la equitación de larga distancia. Otra de las grande fue la afroestadounidense Bessie Stringfield, la cual realizó ocho viajes en solitario a través Estados Unidos durante los años 1930 y 1940, en un momento en que era bastante arriesgado hacerlo. Dot Robinson compitió en la década de 1939 y es por ello que se le atribuye la grandeza de abrir la puerta a las mujeres en una competición organizada. Tras la Segunda Guerra Mundial, un número creciente de mujeres se involucró en el motociclismo. Margaret Wilson registró más de 550,000 millas en moto y demostrando que las mujeres son igual de apasionadas.
Entre 1982 y 1984 Elspeth Beard recorrió más de 55.000 kilómetros siendo una época sin GPS ni internet haciendo estos viajes muy poco habituales, incluso ver a una mujer conduciendo una moto grande era poco habitual. Como en este momento tampoco había maletas para las motos esta se creo una misma adaptándola a su moto. Aunque hubo bastantes más mujeres que dejaron huella en todos los campos del motociclismo podríamos considerar a estas unas de las mas importantes. Desde entonces el motociclismo fue siendo cada vez más habitual en mujeres...
Cada día va subiendo, según el Consejo de la Industria de Motocicletas en 2003, aproximadamente el 9.6 por ciento de los propietarios de motocicletas en Estados Unidos eran mujeres. Para 2015, ese número había crecido al 14 por ciento y hoy día sigue subiendo. Hay muchos motivos actualmente para ser una mujer motera, conocer lugares nuevos, el sentimiento de libertad y sobre todo, la pasión de mujer sobre dos ruedas...
Saltarse las normas de vez en cuando es divertido. Kathrine Switzer fue la primera mujer que corrió una maratón estando prohibido. Ser una motera significa libertad, dominar tu destino y controlar tu vida y tu moto.
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Un saludo y hasta nuestro próximo post
