La leyenda cuenta que el propósito de la campana es protegernos de los espíritus diabólicos de la carretera. Estos espíritus crueles y malvados se han intentado enganchar a las motos desde el origen de las motocicletas con el fin de provocar averías mecánicas y mala suerte en tu viaje. La leyenda cuenta que para poderte librarte de estos espíritus hay que colocar una campana en la moto ya que su sonido les vuelve locos y así caen al suelo. Incluso se insinúa, que los baches de la carretera son causados por estos espíritus al caer de la moto. Pero, lo que sin lugar a dudas es cierto de toda esta leyenda, es que si alguien te la regaló, esa persona te aprecia y se ha acordado de ti tratando de desearte lo mejor para cuando estés sobre tu moto. Y todo ello, independientemente de si la leyenda dice que hay que colocarla en el lado izquierdo o lo más abajo posible de la moto, o si el poder de la campana lo descubrió un viejo motero recorriendo Mexico que llevaba regalos en las alforjas, o si puliendo la campana recuerdas a los moteros fallecidos. En esta ocasión, según mi modo de entenderlo, el gesto es lo que cuenta. Y por supuesto el poder de la campana se multiplica cuando alguien te la regala. |