Seguro que conoces bien al actor Keanu Reeves, protagonista de aclamadas películas como ‘The Matrix’. ‘Speed’ o ‘John Wick’, aunque puede que no te suene tanto su pasión por el motociclismo. Reeves ama las motos, le encanta montarlas y le apasiona hablar de ellas. Pero es que además tiene la inmensa suerte de poder coleccionarlas. ¡Qué gozada!
Desde mediados de los 80 en que tuvo que aprender en Munich a montar en moto para el rodaje de una de sus películas, las motos se han convertido en mucho más que una afición para la estrella canadiense. Fue una mujer motorista de enduro la encargada de enseñarle a montar en Alemania y, una vez concluido el rodaje, ya de vuelta en Los Ángeles (EE.UU.), comenzó su aventura como motero cuando tenía 22 años.
Su primera adquisición fue una Kawasaki 600 Enduro, a la que siguió tan sólo un año más tarde una impresionante Norton Command 850 MK2A negra de 1973, magníficamente conservada. Inauguraba con ellas una envidiable colección de motos que mantiene en la actualidad incluyendo modelos exclusivos de diversa índole.
Entre ellas, cómo no, una réplica de la insigne Ducati 998 de color verde oscuro que montó como Neo en la cinta ‘The Matrix Reloaded’ y que la compañía fabricó como edición especial con el logo de la película en el colín. Forman parte también de la extraordinaria colección de Keanu Reeves motocicletas deportivos, entre las que destacan una Kawasaki Ninja ZX-10 R, una Yamaha R1 o la exclusiva Vyrus 987 C3 V4.
Pero su pasión por las motos no queda ahí, sino que le ha llevado incluso a cofundar en Los Ángeles (California), junto con el constructor Gard Hollinger, su propia compañía de motos: la Arch Motorcycles Company. Desde 2011 su fábrica se encarga de crear de manera artesanal motos de alto standing, totalmente exclusivas y personalizadas.
Keanu Reeves conoció a su socio cuando buscaba a alguien que personalizara su Harley Davidson y el resultado encandiló tanto al actor que le propuso el negocio, convirtiéndose aquella HD Dyna Wide Glide en la base del primer prototipo de la compañía, al que llamaron KRGT-1 jugando con las iniciales de los cofundadores.
El resultado de esta moto customizada sorprendió a muchos, en especial por sus prestaciones superdeportivas: motor S&S V-Twin de 2032 cc, horquilla invertida Ohlins de 43 mm, Race Tech Shock, llantas de fibra de carbono Blackstones Tek (BST), escape Yoshimura, y un gran marco de piezas artesanales de aluminio realizadas en láser CNC.
Keanu se implica con entusiasmo en cada nuevo modelo. El último, una moto de cine, una ‘power cruiser’ de gran volumen, de diseño futurista e innovador, en la que depósito, asiento y sillín forman un todo. La Arch Method 143 es totalmente personalizable y sólo se han fabricado 23 unidades partiendo de un precio base de 130.000€. ¡Calderilla!
Oyéndole hablar descubrimos a un Keanu apasionado y genuino, verdaderamente enamorado de las motos, de la libertad y de todas las sensaciones que transmite montarlas. “Montar es realmente un gran lugar para pensar, para sentir, para escapar. Cuando no monto en moto paso por el síndrome de abstinencia, no es bueno para mi salud”, comentaba recientemente en una entrevista para la revista GQ.
Tanto es su entusiasmo por las motos que Reeves ha llegado a confesar que a veces ha dejado de cumplir la cláusula por la que no podía montar en moto durante el rodaje de ciertas películas, como sucede con algunos futbolistas de élite.
A pesar de ser la envidia de muchos moteros, el actor y empresario ha dejado claro que no le gustaría dar por cerrada su colección de motos. Sus mayores deseos: dos clásicas, una Vincent Black Shadow de 1955 y una icónica Brough Superior de 1927, y un ejemplar de MotoGP. ¡Ahí es nada!