Una gran porción de la iconografía que ha formado lo que por aquí llamamos 'cultura biker', tiene su origen en el final de la IIª Guerra Mundial y el regreso a casa de los soldados americanos que participaron en ella. La vuelta al hogar de los veteranos resultó ser agridulce, y su adaptación nada fácil. Sin duda se alegraban de encontrarse al fin en casa pero el país que ahora los aclamaba había cambiado enormemente durante los años de su ausencia. El mundo que estos ex-combatientes habían vivido durante la guerra era de torrentes de adrenalina y enfrentamiento diario con la muerte, y ahora la tranquila y pacífica vida que encontraron no fue fácilmente digerida. Esta situación generó entre muchos veteranos un desasosiego similar al que sentirían dos décadas más tarde los aturdidos soldados que regresaban del infierno de Vietnam. La moto, se convirtió en símbolo de ese malestar, y buscando revivir aquella emoción y paradójica libertad de los tiempos de la guerra, miles de veteranos se encontraron errando por las carreteras americanas en grupos, dando origen a las famosas bandas de motoristas, que incorporaban los conceptos de camaradería y honor traídos de la guerra. La moto, y en concreto una primera rudimentaria transformación apodada 'Bob Job', se reveló como el vehículo ideal para cualquier manifestación de rebeldía. Y bien cierto es que en aquella época de posguerra y nuevo afán consumista, la rebeldía tenía mucho que decir.
Muchos de estos soldados recién licenciados se establecieron en el sur de California y empezaron a comprar motos usadas. Las modificaron inspirándose en las máquinas de 'Hill-Climb' de los años treinta.Muchos de estos soldados recién licenciados se establecieron en el sur de California y empezaron a comprar motos CUSTOM usadas. Las modificaron inspirándose en las máquinas de 'Hill-Climb' de los años treinta. Estas pinturas han dado origen a toda una cultura que comprende diversas formas artísticas: tatuaje, fotografía, ilustración, posters, publicaciones de todo tipo y numeroso merchandising, sobre todo en los U.S.A. Es el llamado Nose-Art ('arte de la nariz'), proveniente de la nariz o morro de los bombarderos. Y que comenzando tras la Iª Guerra Mundial con las primeras decoraciones de Mickey, y Popeye, cabezas de indio, bisontes, etcétera, alcanzó su edad de oro durante la IIª Guerra Mundial. Los aviones empiezan a poblarse con montones de Pin 'Ups, cada vez mejor ilustradas, 'Lady Luck', las "bola ocho" o el par de dados de la suerte, Imágenes tan típicamente americanas como aquí puedan serlo la peineta o el toro de Osborne que jalona nuestras carreteras.
Algunos veteranos lucían también alguna cruz de hierro o incluso esvásticas en su muñeca, cinturón, o sujeta a su vestimenta, mucha gente se llevó las manos a la cabeza diciendo: "¿Cómo es posible, si han luchado contra ellos? ¿Cómo pueden adoptar los símbolos de los nazis después de la barbarie y las vidas que ha costado esta guerra?" Pues muy simple, en realidad eran "trofeos", insignias arrancadas de los uniformes de los enemigos muertos, y pienso que era mejor y más inocente, que arrancar cabelleras u orejas, ¿no?
Esta guerra influyó además muy positivamente y benefició sobremanera a nuestra querida marca, Harley Davidson, que salió del conflicto armado con 'doble premio: grandes ingresos derivados de su contrato para abastecer al ejército, y la afición y fidelidad a la marca de los veteranos de guerra, que grabaron en su memoria de forma indeleble sus días de guerra junto a la moto de Milwaukee.