Todo empieza con las hermanas Van Buren, moteras que realizaron un viaje desde Nueva York hasta Los Ángeles, una ruta intercontinental y muy importante a mediados del año 1916. Mujeres valientes que lucharon por ampliar sus derechos y demostrar que no solo los hombres podían conducir una moto.
En estos tiempos, tal era la censura, que durante su viaje fueron detenidas por el simple hecho de llevar un pantalón lo que al parecer no era considerado muy femenino y se veía mal.
Un año antes Hotchkiss Effie hacía un viaje de costa a costa acompañada de su hija en un sidecar a lomos de una Harley Davidson V-twin. Otra gran pionera fue Della Crewe que recorrió más de 9000 kilómetros en su Harley-Davidson acompañado de nada menos que su perro y con el grave problema de no poseer el carnet de conducir, cosa difícil ya que no se permitía tener carnet a las mujeres. Gestos tan valientes fueron admirados dando lugar a un movimiento de rebeldía donde se pedía la igualdad.
Otro gran ejemplo de iniciativa la tuvieron las hermanas Debenham, aventureras que en entre los años veinte y treinta realizaron pruebas motociclistas y tenían su propia columna en la revista “Cars and Motorcycles”.
Sin duda alguna el hecho de luchar contra la desigualdad era un motivo más que suficiente, pero otro tema que también estaba candente era el tema racial. Bessie Stringfield, fue la primera mujer de color que viajó sola empezando su viaje en 1928 en una magnífica Indian Scout. Súmale que tenia 19 años y ya sabrás por que le apodaron "La reina de la carretera".
En el ambiento nacional contamos también con una gran pionera como es Carmen Viñals, la primera mujer que participó en una competición de Dirt Track.
No fue hasta 1937 cuando Sally Halterman consiguió ser la primera mujer en tener permiso de conducir dando el primer paso para un periodo donde las mujeres moteras empezarían a tomar las carreteras aumentando su número hasta la actualidad.