Harley Davidson representa el icono del sueño americano gracias a su personalidad y elegancia, a pesar incluso de que Indian sea la decana de la industria motera en EEUU –nació en 1901-, y haya fabricado modelos tan populares y admirados como la Scout o la Chief.
Después de 116 años de historia, sobreponiéndose a obstáculos de gran envergadura como las dos guerras mundiales o la Gran Depresión, Harley-Davidson es, además del máximo exponente de la libertad y la rebeldía, dueña y señora de su sector, el de las grandes motos custom, del que contaba hasta hace poco con una cuota de mercado del 50%.
Pero Indian parece vivir ahora una segunda juventud y su idea no es otra que arrebatarle el trono a su máxima oponente en el mercado de las bagger y grandes cruisers.
Después de graves problemas económicos que casi la obligan a desaparecer del mapa a mediados del siglo XX y tras varios intentos de levantarse sin demasiado éxito, llegó para Indian una alianza con Polaris Inc., que significó el resurgir de la entidad.
Es a raíz de que esta firma especializada en todoterrenos, motonieves y quads adquiriese Indian, en 2011, cuando la firma de Milwaukee empieza a ver peligrar seriamente su hegemonía.
A Polaris le valió como experiencia su incursión en el mercado cruiser y touring con sus motos Victory para catapultar a Indian, llegando a incrementar sus ventas a pesar de que la tendencia mundial en la venta de estas motos era a la baja. Y así sigue, ganándole terreno a Harley-Davidson, gracias también a la orientación retro en el diseño de sus motocicletas.
Ni Indian ni tampoco sus grandes competidoras japonesas han logrado todavía desbancar a la prestigiosa Harley, pero sí que están haciendo buena mella en su cuota de mercado, lo que está provocando un cambio en la estrategia del fabricante de Milwaukee.
Harley-Davidson, además de actualizar varios de sus modelos y lanzar sus primeras motos eléctricas, la marca está barajando la posibilidad de ofrecer modelos por debajo de los 10.000€, con el fin de sacudirse los estereotipos de marca cara e inaccesible y buscar a su vez nuevos tipos de público.
Pese a todo, en Indian no se achantan. Siguen superando objetivos y respondiendo bien a cada nueva embestida de Harley. La última, el lanzamiento de la nueva Indian Challenger, con un parecido bastante razonable a la última versión de la HD CVO Road Glide. Propulsada por un V-Twin de 122 Cv y con un precio base de 29.890€, la Challenger es un “desafío” directo a su máximo adversario.
Como cabe esperar, en Milwaukee están que trinan, viendo que su máximo adversario ofrece más por bastante menos –la Road Glide cuesta nada menos que 46.500€- y que aprovechan cualquier ocasión para realizar "odiosas" comparaciones.
Sin ir más lejos, hay un vídeo que rula por la red en el que la Challenger gana a su máximo rival de Harley en una prueba de remolque de un formidable ‘food truck’ y otra de aceleración en paralelo, lo que ha mosqueado aún más a los de la barra y el escudo.
La reacción de Harley no se ha hecho esperar, aunque de manera ‘no oficial’, a través de la cuenta de Instagram de Jon Bekefy, actual ‘EV Businees Planning Manager’ de la compañía y anterior director del departamento de marketing.
Ni corto ni perezoso, Bekefy lanza un mensaje de enaltecimiento de su marca, así como de desprestigio de su rival, que dice así: “Ahora en serio, ¿has pasado tu juventud soñando con conducir algún día una Polaris?”.
Duro y a la encía. Así ha golpeado Harley a Indian, a pesar de que la firma de Milwaukee asegura que se trata sólo de una opinión personal y no de una propaganda oficial de la marca.
Así pues, la guerra por el trono de hierro continúa entre los dos grandes fabricantes estadounidenses. ¿Quién será el siguiente en pegar?