Harley-Davidson es una de las empresas modelo del mundo. De hecho, actualmente tiene más de la mitad de la cuota de mercado de la fabricación de motocicletas en EEUU y es la quinta mayor fabricante en todo el mundo. Y lo es porque en su más de un siglo de historia ha logrado promover mucho más que un producto. ¿Quién no se ha sentido atraído alguna vez por una Harley? Parémonos a pensar por qué…
La empresa ha creado todo un universo alrededor de su marca, sin que hayan podido hacer nada por evitarlo grandes competidoras como la también norteamericana Indian o las japonesas Honda, Kawasaki o Suzuki. Harley Davison no es sólo una marca de motos. Es un estilo de vida, marcado por la libertad y la rebeldía, que comenzó en un humilde cobertizo de Milkwaukee, en Wisconsin (EEUU).
Desde 1903, cuando William Harley y los hermanos Arthur Davidson, fabricaron la primera motocicleta, la compañía estadounidense ha conseguido sortear un sinfín de obstáculos, comenzando por la Gran Depresión, y terminando por la cada vez más feroz y más preparada competencia.
En poco tiempo, estos visionarios consiguieron un distribuidor en Chicago y apenas un año de su arranque, se produjo la primera victoria de una de sus motos en una carrera de 15 millas. En 1906 ya contaban con 6 operarios y un catálogo propio de modelos de motos y al año siguiente, con la fundación oficial de la Harley Davidson Motor Company, la empresa triplicaba su plantilla.
En 1910 está fechado por primera vez el uso del logotipo de la barra y el escudo, hasta que fue patentado sólo un año después, justo antes de la inauguración de su fábrica principal en Milkwaukee.
Desde su creación, Harley Davison ha sabido labrarse una identidad propia, inspirando a millones de personas aficionadas a las motos de todo el mundo. Al principio, los concursos y carreras fueron el trampolín para la marca, pero luego llegarían las asociaciones, contando en la actualidad con multitud de fans que han fundado clubes, tanto de seguidores como de propietarios, repartidos por toda la geografía mundial.
La marca abanderada la libertad, que Hollywood ha sabido reflejar en reconocidas películas como Easy Rider. Todo un icono para los moteros más auténticos. El mundo custom también debe mucho a Harley, cuyas personalizaciones son auténticas obras de arte.
Otro de los aspectos que más ha influido para que Harley Davison se haya convertido en una compañia tan importante, para la historia incluso de los EEUU, fue su colaboración con el ejército norteamericano, del que fue su proveedor oficial de motocicletas. Fueron más de 15.000 las unidades que el ejército encargó a la marca de Milkwauke durante la Primera Guerra Mundial. La marca incluso llegó a crear un departamento exclusivo para la formación de mecánicos militares que se encargaran de mantener a punto sus máquinas.
Ya en la Segunda Guerra Mundial Harley Davidson volvió a servir a los aliados, esta vez, con la fabricación de casi 100.000 motocicletas. Hasta entonces el crecimiento de la marca fue brutal. En 1943 fue galardonada con el primero de sus cuatro premios a la excelencia en la producción durante la etapa bélica.
Pero no todo iba a ser un camino de rosas para la compañía. A finales de los 60, Harley Davidson vio muy mermada su producción por causa de una pérdida de reputación tras la compra de la empresa por American Machine and Factory. Se crearon modelos de menor calidad que apenas podían competir con los japoneses, por lo que estuvo al borde de la quiebra.
Fue entonces cuando la compañía dio un giro a su forma de pensar e introdujo un diseño evolutivo en sus motocicletas, dejando de imitar a la competencia. Otra de las claves de su reflote fue el precio y el consiguiente acierto de conservar el valor de sus motos a lo largo de los años, e incluso aumentarlo. Las rivales, mientras tanto, se devaluaban enseguida.
Con el tiempo, la empresa ha ido creciendo gracias a diseños originales e innovaciones tecnológicas, como es el caso de su primera motocicleta con motor V-Twin (1909), con dos cilindros separados en un ángulo de 45 grados, que han logrado elevarla a lo más alto, o la construcción del tanque de combustible tan típico en forma de lágrima.
Al mismo tiempo, ha ido implementado diferentes técnicas de marketing que, aunque criticadas por muchos, hasta el momento han dado en la clave para fortalecer su imperio abriendo el mercado a distintos tipos de público.
Quizás una de las decisiones menos aplaudidas de la marca, pero cabe decir de las más exitosas, estuvo en la creación, en 1983, del H.O.G., el Harley Owners Group, que permitió la conexión de clientes de todo el mundo. Es gracias a la labor del HOG precisamente que Harley Davidson extiende sus tentáculos a gran parte de la sociedad mundial, a través de la organización de eventos de carácter benéfico y concentraciones multitudinarias en las que el espectáculo y la solidaridad están asegurados.
En la actualidad el HOG lo conforman más de un millón propietarios de 25 países, una circunstancia que ha permitido que la empresa se ahorre mucho en inversión publicitaria, ya que el HOG funciona como un canal directo hacia el público objetivo.
Uno de estos eventos más famosos y multitudinarios a nivel mundial es el Rally Anual de Motos Sturgis, en Dakota del Sur, cuyo estreno incluso fue celebrado por la marca con el lanzamiento del modelo FXB Sturgis. En este tipo de concentraciones, la marca aprovecha para reforzar su relaciones con los clientes y, por supuesto, para promocionarse.
Pero la marca Harley Davidson no acaba en las motos, sino que hay una estrategia de diversificación detrás, que trae todo un universo de detalles moteros, desde The Harley Davidson Travelling Museum, que muestra piezas históricas de la marca y diversos objetos de interés, hasta las prendas de vestir que destilan atrevimiento y rebeldía.
Así de simple. Así como Harley Davidson se ha ganado su popularidad y admiración entre la afición motera: logrando que sean los propios aficionados los que se encarguen de la promoción de la marca. Sin duda, no hay mejor publicidad ni mejores embajadores.