Hoy en día el casco es el primer elemento de seguridad que debe poseer un buen motero. La diferencia entre un grave accidente y un susto puede venir marcada por la forma en el que llevamos el casco puesto y del mantenimiento que le hayamos dado al mismo.
En 1992 el uso de casco se hizo obligatorio consiguiendo reducir en en un 50% las lesiones mortales en la cabeza y aunque el uso de él ha ido incrementándose es cierto que algunos moteros no lo llevan o son de tan mala calidad que prácticamente no serviría para nada en caso de impacto.
Unos consejos...
No hace falta que te nombremos lo más evidente, lo primero, abrocharse bien el casco, asegúrate de comprarte la talla adecuada de forma que el casco quede bien ajustado. El casco tiene que entrar como un zapato en el pie. Tiene que quedar ajustado pero sin hacer daño o sobre presión en ningún punto de la cabeza. Asegúrate que la hebilla o cierre micrométrico esté por debajo de la barbilla así si tienes algún golpe en seco no saldrá despedido.
Es importante que no caiga sobre los ojos del conductor pudiendo tapar la visibilidad y que no presiona en la frente. Aunque parezca mentiras en el 9% de los accidentes, el casco sale disparado.
Muy importante, asegúrate que el casco está homologado en tu país. Existen 3 tipos de homologaciones distintas para los cascos, y esas son: Homologación Snell y Dot (válidas para USA) y ECE/ONU R22 (válida para Europa).La última es la que se aplica en España. Si tenemos un casco de importación, podemos encontrarnos la desagradable sorpresa que en su etiqueta no aparezca la certificación europea y, por lo tanto, aun siendo seguro como elemento de protección, no podremos usarlo legalmente.
En España y compartiendo la homologación europea la reguladora es la ECE/ONU así que ya sabes mira la etiqueta de tu casco.
Existen muchos tipos de cascos pero será el casco integral el que mejor resultado te de por las siguientes razones:
- Protege las heridas faciales
- Protege de posibles traumatismos en el cráneo
- Reduce de impacto de partículas a los ojos
Asegúrate de que éste tenga una ventilación óptima con una visera bajada que evite acumular el vaho y gane visibilidad.
Es de entender que debes intentar mantener tu casco en perfectas condiciones y darle la vida útil para la que se ha fabricado, normalmente 2-3 años y hasta 5 años cuando son gamas altas.
Mantén la visera limpia para que no perjudique tu visibilidad y siempre que este arañada no dudes en intercambiarla para obtener una visibilidad perfecta.
Aconsejamos que no mantengamos los cascos fuera de altas o bajas temperaturas. Conserva tu casco como te hemos comentado limpio tanto en su interior como su exterior. Si has tenido algún golpe recientemente y crees que tu casco no está en perfectas condiciones, no te equivoques, es hora de comparte otro,
Te recordamos que aún siendo el casco el principal elemento no debes dejar atrás unas buenas protecciones, una buena chaqueta junto a un par de guantes y botas.
Esperamos que os hayan servido estos consejos.