Conducir una moto mejora tu salud mental, según la ciencia.
Que la motos nos hacen mucho bien ya lo sabíamos, pero ahora contamos con una base científica que lo sostiene. Cada persona tiene su método preferido para relajarse y desconectar de la rutina. A unos les gusta salir a caminar por el campo, otros se escapan a la playa o se evaden haciendo deporte, y a otros les gusta abrir gas y hacer kilómetros.
Hay quien monta en motocicleta por practicidad o por economía, pero por norma general los motociclistas siempre han defendido que conducir una moto es una de las principales vías para aliviar el estrés. Ahora esta afirmación cobra más sentido si cabe después de conocer los resultados de un estudio realizado para la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles) por un equipo investigadores del Instituto Semel de Neurociencia y Comportamiento Humano, encabezados por el neurocientífico Don Vaughn.
El estudio, titulado “Los efectos mentales y físicos de conducir una motocicleta", ha sido financiado por la prestigiosa firma norteamericana Harley Davidson, y demuestra que montar en moto incrementa el enfoque y la atención, al tiempo que disminuye los niveles de los indicadores hormonales del estrés.
Hasta la fecha se había investigado la relación entre el cerebro y las respuestas hormonales a la atención y al estrés, pero nunca antes se había realizado un muestreo en condiciones reales. Durante esta investigación encargada por la firma de Milkwaukee se utilizó la tecnología EEG, la electroencefalografía, tomando como muestra a 50 motociclistas experimentados, con edades comprendidas entre los 18 y los 70 años, sanos y mentalmente saludables. Los participantes condujeron su propia moto durante 22 minutos por dos rutas ubicadas en los alrededores de Los Ángeles, en carreteras secundarias bajo condiciones normales de circulación.
El equipo de investigación se centró en la actividad eléctrica cerebral y la frecuencia del ritmo cardíaco de los sujetos, así como sus niveles hormonales (adrenalina, noradrenalina y cortisol) antes, durante y después del desplazamiento en moto, en coche y durante una fase de descanso y sin estímulos.
Entre los resultados más reseñables encontramos los siguientes:
- Conducir una moto redujo los biomarcadores hormonales de estrés en un 28%.
- Como media, montar en moto durante 22 minutos, incrementó la frecuencia cardíaca en un 11% y los niveles de adrenalina segregados en un 27% -casi lo mismo que produce el ejercicio ligero-.
- El enfoque sensorial mejoró al manejar una moto en lugar de un automóvil, así como el monitoreo pasivo del cerebro en los cambios del entorno sensorial reduciendo la respuesta inmediata al estrés.
- Se observaron cambios en la actividad cerebral de los participantes mientras conducían, mostrando un estado de alerta más alto, equivalente al que tenemos después de tomar un café.
El estudio arroja conclusiones muy interesantes para Harley Davidson, especialmente interesada en ampliar su mercado si tenemos en cuenta sus últimas apuestas: streetfighter, moto trail, motos eléctricas… Pero seguro que los demás fabricantes de motocicletas van a saber aprovechar también las conclusiones de este estudio sobre los efectos positivos para la salud mental y física de montar en moto.
Más allá de lo que diga la ciencia, no hay duda de que esa sensación de libertad que te dan las dos ruedas, esa satisfacción que te da volver a casa después de una rodada, esa adrenalina corriendo por tus venas en cada golpe de puño, no tiene comparación con lo que puedas sentir con ninguna otra actividad. ¿Cierto?