El aire es un arma de doble filo cuando conducimos una moto, sobre todo, porque no se ve y eso nos transmite inseguridad. Lo que más nos preocupa del viento cuando conducimos una moto es que nos pueda desestabilizar y causarnos una caída. Se trata de una condición imprevisible, por eso hay que ser muy precavidos.
A través de una óptima observación de lo que nos rodea (vegetación, nubes de polvo…) podemos descubrir pistas sobre su intensidad y dirección, pero hasta que no lo sintamos realmente, hasta que no haya un contacto con él, no lo sabremos con certeza.
En zonas donde habitualmente se producen rachas de viento encontramos anemoscopios, más conocidas como mangas o conos de viento, unos dispositivos especialmente diseñados para indicar la dirección y la fuerza del viento respecto a la línea horizontal de la carretera. Esta especie de embudo con franjas de color rojo y blanco nos ayudará a tener una idea aproximada según el nivel de hinchado y su inclinación.
- Cono vertical: viento bajo
- Cono 45º de inclinación: viento considerable
- Cono horizontal: viento fuerte.
La imprevisibilidad del viento es precisamente lo que nos obliga prestar especial atención a los márgenes de seguridad durante la circulación con nuestra motocicleta. Toma nota de estos 10 consejos para conducir tu moto cuando hay viento:
1. Sé previsor y antes de salir con tu moto, consulta las condiciones meteorológicas que te vas a encontrar durante tu ruta. Si existe la previsión de viento, lo mejor es que dejes todo el equipaje que puedas en casa, pero si es estrictamente necesario contar con un cofre, baúl o maletas, asegúrate bien de que la carga está equilibrada y que todo está perfectamente anclado y sujeto a la moto.
2. Para ganar espacio y tiempo de reacción es de vital importancia reducir la velocidad. Así aumentarás de forma exponencial tanto metros como milésimas de segundos de reacción.
3. Circular por el centro del carril, para así disponer de espacio en los lados si el viento nos viene de forma lateral y requiere que ejecutemos algún cambio de posición. Es un hecho que cuando el viento llega de un lado, con la moto tendemos a inclinarnos hacia el contrario, al igual que cuando nos acercamos a un vehículo de gran volumen, pueden producirse variaciones en la dirección del viento y si no dejamos la distancia de seguridad adecuada, las consecuencias pueden ser nefastas.
4. Cuando lo que estamos soportando son rachas de viento variables es importante ir realizando la correción de la posición de forma suave, pero firme. Es contraproducente apretar con tensión el manillar, tenemos que guardar la calma.
5. Adoptar una postura aerodinámica con tu moto es fundamental. Si el viento es frontal y tu moto no cuenta con un parabrisas, para protegerte, trata de aproximar la cabeza, el pecho y las piernas al depósito, metiendo los codos hacia dentro y tomando con firmeza, pero sin tensión, el manillar. Tambiés te vendrá bien esta posición si el viento te da de espaldas.
6. Si el viento es lateral y una racha nos desvía de nuestra línea de conducción, tenemos la opción de sacar hacia fuera la rodilla del lado del que procede el viento, o presionar el puño haciendo contramanillar, para corregirnos. Por ejemplo, si el viendo sopla de derecha a izquierda, abriendo la rodilla derecha o empujando el puño diestro, nuestra motocicleta se frenará un poco hacia la derecha.
7. Cuando el viento venga de forma lateral, debemos reajustar los espejos retrovisores, ya que perdemos la posición perpendicular con el suelo.
8. No abuses del gas. Mejor utiliza marchas cortas para aprovechar la tracción de la motocicleta y lograr ese extra de potencia necesario.
9. El frío es otro de los factores a tener en cuenta, ya que al montar la moto la sensación térmica es todavía más baja. No sólo es importante la confortabilidad, sino porque con el frío puede verse afectado incluso nuestro nivel de concentración. A mayor velocidad, más frío. Por eso es algo esencial contar con un equipamiento completo, compuesto por un casco homologado integral, guantes, chaqueta, pantalón y botas adecuados. Cuando te coloques chaqueta y pantalón comprueba que estén bien cerrados y no pueda entrarles el aire, para así evitar el ‘efecto vela’.
10. Hay que tener ojo también con los objetos que puedan hallarse en el entorno y sean susceptibles de ser levantados por el viento, ya que podemos convertirnos en su diana, especialmente en zonas montañosas y a la salida de túneles.
Como apunte adicional, a la hora de aparcar nuestra moto en días de viento, debemos considerar una zona lo más despejada posible. Es decir, lejos de árboles de los que puedan desprenderse ramas o edificios de los que puedan desprenderse objetos y caerles encima. Una fuerte racha de viento es capaz de tumbar una moto aparcada y producir, incluso, un ‘efecto dominó’ que acabe con toda una fila en el suelo.
Obviamente, si las rachas de viento pasan de castaño oscuro y se convierte en vendaval o una tormenta de nieve, lo más prudente será dejar a buen recaudo la moto y utilizar otro medio de transporte más conveniente. Si te pilla en camino, mejor resguardarte en alguna estación de servicio y continuar tu ruta cuando haya pasado el peligro.