Julio y motos es, sin duda, sinónimo de Faro. Lo que comenzó en los años 70 siendo un encuentro entre amigos moteros, iniciado por un grupo que luego sería el Moto Club Faro (MCF), se ha convertido en una de las concentraciones internacionales de motos más importante y con más tradición de Europa.
Año tras año va ganando multitud de seguidores de todos los países, y no es de extrañar teniendo en cuenta no sólo los muchos atractivos turísticos que nos ofrece la costa del Algarve, al sur de Portugal, sino también el buen cartel que suele presentar y, sobre todo, la impecable organización del evento.
Este año la Concentración Internacional de Faro ha cumplido su 38 edición, en la que se han superado los 25.000 visitantes. Todos ellos se han ido dando cita durante el penúltimo fin de semana de julio, del 18 al 21, en‘Vale das Almas’, un terreno acondicionado en los aledaños del aeropuerto de Faro, que incluye una amplia zona de acampada.
Si eres motero y no has estado nunca, te has perdido algo grande de verdad. Pero si ya habías estado antes, lo normal es que hayas repetido. Puedes dar fe del insuperable ambiente de hermandad y camaradería que se respira durante los cuatro días que dura el evento. Buen rollo a todo gas, con las motos, el sol, la playa y la música como principales ingredientes.
Los ambigús, abiertos día y noche para mantenernos hidratados, y el buen tiempo ha acompañado, como suele ser habitual en esta época del año. La playa queda cerquita, a un par de kilómetros, así que también hemos podido ponernos el bañador y remojarnos en el Atlántico.
Para amenizar, se ha podido disfrutar de conciertos y actuaciones en vivo todas las noches -este año con Dutch Within Temptation y Celtas Cortos, entre otros-, e incluso algún que otro show sorpresa, con striptease incluido. Tampoco han faltado los sorteos y concursos, como el de ‘Tatoos’ o el esperado ‘Bike Show’. Ni por supuesto el tradicional desfile de motos de la mañana del domingo por las principales calles de ciudad, en agradecimiento a la hospitalidad de los vecinos, que se vuelcan con los visitantes.
La exposición de motos y la feria de productos relacionados con las dos ruedas, cómo no, de nuevo han tenido su sitio en la concentración. Con puestos y stands donde poder comprar de todo, desde ropa o adhesivos con merchandising oficial hasta pulseras y anillos artesanales. E incluso coger ideas para un nuevo tatuaje. Compañerismo, evasión, risas, disfrute. Lo que vayas buscando, en Faro lo encuentras seguro.
Si es que por algo la llaman La Meca europea del motociclismo. Y es que cada año son más los moteros que llegan de todos los rincones del continente para disfrutar de un ambiente inigualable, compartir experiencias con viejos amigos y, sin duda, sumar nuevos.
En el Valle de las Almas te topas con ‘bikers’ de todo tipo con los que intercambiar puntos de vista degustando una Sagres bien fresquita, pero sobre todo abundan los moteros amantes del estilo custom. En ninguna concentración vas a encontrarte solo nunca, y menos aún en ésta.
